martes, 22 de julio de 2008

Inmenso mar

El inmenso mar
nos lleva por el camino de la paz
por el camino de la tranquilidad
nos cura las heridas del largo invierno
durante el cual nos encontramos aletargados.

El sol, el aire, el vuelo de la gaviota
nos introducen en la magia del viento
en la magia del vuelo sin fin de la mente
nos conducen por el túnel del tiempo inexplorable
donde traspasamos rocas y acantilados insalvables.

El inmenso y cálido mar
nos revuelca entre sus blancas y suaves olas
nos mece en las aguas transparentes del olvido
nos transforma en seres armoniosos y musicales
cambia nuestra vida a sinfonías celestiales.

El azul, el inefable mar
toca cada uno de nuestros innumerables poros
sana una a una los millones y millones de células
limpia nuestra mente de las telarañas de la vida
y resurge con fuerza el auténtico amor.

El suave y bullicioso mar
nos energiza con el amor olvidado durante décadas
nos besa y nos transporta al éxtasis dorado
que parecía dormido en algún rincón de nuestra alma
el cual fluye a borbotones hasta inundarnos.

El insondable y ardiente mar
que ha hecho renacer el amor otrora ardiente
ha permitido que fluya por todos los canales
y encuentre lo que nunca debió desaparecer
para que camine a mi lado hasta el ocaso del sol.

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