En un encuentro de meditación en los Pirineos, un día realizamos una marcha por un bosque exuberante, adornado por un hermoso lago y un río caudaloso.
En un momento dado, el Maestro nos mandó, a cada uno, a recoger una piedra que tendríamos que cargar hasta el río.
Unos recogieron una piedra mediana, otros varias piedras pequeñas y, los menos, una gran piedra que apenas podían con ella.
Hicimos un gran recorrido hasta llegar al río. Allí el Maestro nos dijo que nos acercaríamos al puente, y en medio de él, la lanzaríamos al agua.
Y así lo hicimos. Algunos con lágrimas en los ojos, gritamos al lanzarla, como una descarga de un gran peso que llevábamos con la piedra.
Al fin, el Maestro nos explicó que cada uno eligió la piedra según el tamaño de su pena que llevaba dentro. Unos teníamos un problema mediano, otros, varios pequeños, y los de más allá, uno muy grande.
Al lanzar la piedra al río, algunos lo hacían con rabia, pues no sólo se quitaban el gran peso de la piedra que cargaban, sino el peso de la pena que portaba su corazón.
¿De qué tamaño sería la piedra que cogerías?
30 comentarios:
Hola José Antonio:
Que difícil pregunta ¿Quién sabe, lo que es capaz de soportar en un momento determinado de pena y dolor? ¿Quién puede medir el sufrimiento?
Yo voy a coger una pequeña, para cuando realmenteme venga el dolor, tenga la valentía y la fuerza para cargar con una más grande.
Un abrazo y hasta la próxima.
Sí que me has dejado pensando...lo cierto es que ahora que se sabe el final de la prueba pues creo que la decisión del tamaño de la piedra está más condicionada...a ver, por un lado pienso que hoy por hoy la pena más grande que puedo sentir es por ver tantas injusticias en el mundo, entoces en este sentido me llevaría la piedra más grande que encontrara..., a nivel más cercano mio, pues quizás podría coger alguna que otra piedra chiquitita, o quizás ninguna, porque hoy por hoy, me encuentro feliz conmigo misma y con las personas que me rodean...pero es una felicidad contradictoria por lo que te comento de que se ve tantas guerras, tantas injusticias...en fín.
Besitos.
Interesante relación: tamaño-pena.
si el tamaño es proporcional al peso, es difícil (para mí) pensar que alguien cogería una piedra más grande que su propio tamaño (peso). Si el tamaño está dividido, o sea si uno tiene muchas piedras que suman tamaño, podría pasar mucho tiempo cargando piedras, dada la imposibilidad de contenerlas todas en sus manos, en un solo viaje. Quizá tendría que volver por algunas piedras que dejé atrás. Si las piedras son muy chicas, pueden confundirse con la arena y ser extraviadas en el camino por caer entre los dedos.
Resumiendo: hay que estar preparado para cargar cualquier tamaño. Además extraño sería escoger un camino por el tamaño de sus piedras; por lo general las piedras aparecen.
(y con respecto a las piedras más grandes que uno: puedes pedir a un compañero que te ayude a cargarla; o ser tú quien ayude a otro, si tu piedra es más liviana)
Un abrazo
viabinario
Conra
Si coges piedras pequeñas es que tienes problemitas pequeños. Ojalá que sigas así durante toda la vida. Se vive mejor así, sin muchas penas en el corazón.
Un abrazo.
Juan Antonio
Libra
Las injusticias en el mundo es una de las mayores lacras que existen.
Tienes razón, si ya sabes de qué se trata, está uno condicionado. Cuando nos lo dijeron, cada uno eligió la piedra del tamaño que quiso. Yo elegí una gigantesca que casi no puedo cargar hasta llegar al río. Jejeje. ¿Por qué sería?
Un abrazo.
Un abrazo.
Viabinaria
Como bien dices, se pueden dar diferentes posibilidades, en el momento de la elección, harás lo que te dicte el corazón.
Un abrazo.
Juan: Afortunado eres que viviste la experiencia sin estar condicionado y más afortunado ya que te libraste de esa piedra tan pesada.
Todos llevamos nuestras propias cargas, unas más pesadas que otras, pero todos las llevamos. Lo importante es la actitud con que las llevamos, eso, tambien condiciona el peso y la medida en que la resistimos.
Te envío un beso, ligero y cálido
Marysol
Fue una gran experiencia. Si vieras el grito que dí al lanzar la piedra, parecía que me había quitado el peso de una montaña de arriba.
Gracias a Dios que ya no la tengo sobre mis espaldas, ni en mi corazón.
Un abrazo.
Hola Juan, no sabría decirte, pero creo que cogería una lo suficiente grande para poder transportarla sin tener que sufrir mucho por ello.
Sí es muy grande no la podré mandar lo suficiente lejos, si es muy pequeña puede ser que al lanzarla pase demasiando desapercibida y no aprenda de ella y lo que me ha querido decir...entonces, una con la que pueda cargar, ni más ni menos.
Un abrazo
MJ
Yo no sabría decirte...
No olvides que ese día tu maestro no dijo lo que representaba la piedra...
Y, ya sabiendo, es otra cosa!!!
He ido superando mucho dolor que fue aflorando del que yo no era consciente... a veces cuando hay dolor se bloquea la sensación para seguir viviendo...
Otras veces vivimos inmerss en el sufrimiento y no nos podemos despegar...
A vecess somos conscientes de lo que nos duele y otras, no...
Cada uno a su manera...¿no? Y tal como es, ES.
Abrazos, Juan, gracias por SER y estar en este medio difundiendo tu LUZ!!!
Lidia
Duarante muchos años, no fue una piedra sino una cordillera entera. Hoy ya no hay piedras, sólo punados de arena que van saliendo al viento para compender que en cada grano está el universo...
:)
M. José
Por tu respuesta deduzco que caminas livianita, sin demasiados pesos en tu corazón.
Eso te ayudará a poder comprender y a ayudar a los demás. Ya lo haces con la luz que llevas dentro.
Un abrazo.
Lidia
Como el Maestro sólo dijo que lleváramos una piedra al río, no sabíamos de qué tamaño, ni a qué distancia estaba. Yo fui un poco bruto, tomé una piedra muy grande y el río se encontraba bastante lejos, por lo que cuando llgué a él, estaba casi exhausto.
En el momento de arrojarla di un gran grito de alivio.
Luego el Maestro nos explicó que la piedra representaba la pena que llevábamos dentro, por lo que la mía, como puedes comprender, era considerable.
Gracias que ya camino por la vida ligero de peso.
Un abrazo.
Haideé
Me alegro que hayas descargado la cordillera, me imagino que casi no te permitía ni caminar.
Ahora te veo ligerita de equipaje y con mucha luz que vas regalando a todos los que se te acercan. Gracias, amiga.
Un abrazo.
Tu relato trajo a mi memoria un suceso reciente. Por Semana Santa, participé en una caminata en la que escalamos un cerro en un arenal, a mitad de camino, el Padre que nos guiaba nos dijo que cada uno tomará algo del camino para llevarlo hasta la cima y depositarlo en la Cruz que hay allá arriba, recuerdo haber recogido en el camino un para de piedritas de color que llamaron mi atención y luego haberlas dejado arriba como ofrenda. Pero lo gracioso es que ya de bajada, me provocó cargar con unas piedras mas grandecitas para traerlas de regreso a casa, y todas las personas me bromeaban al respecto, pero yo, insistente, me trajé a casa mis 3 piedrotas y las puse de adorno en mi jardín.
Abrazos,
Juan no te vayas a reír porque desde ya yo lo estoy haciendo por los dos pero si supieras la piedrita que yo tomaría la confundirías con un grano. No se si es por flojera, comodidad o porque no acostumbro a llevar piedras pero cuando en mi vida me he dado cuenta que estoy llevando una ( a veces no es ni mía) la veo con amor pero con desapego..le doy las gracias por las enseñanzas y la lanzo lejos
Te dejo abrazos Juan y deseo que estés muy bien =)
Juan, es lindo sentirse ligero y vivir una vida sencilla...
Me alegro por ti!!!
Abrazos,
Lidia
Interesantísimo post el tuyo, y no se me hubiera ocurrido, hasta que no he terminado de leer tu post, lo que significaba esa piedra, me ha gustado y sorprendido mucho.
¿Qué de qué tamaño sería la piedra que yo cogería? pues te voy a responder pero opinándote lo que yo pienso:
Yo creo que la respuesta de lo que os dijo el maestro nos la deberías haber hecho al final de todo, después de haberte respondido, porque ahora sabiendo lo que representa la piedra, no responderíamos igual que sino lo supiéramos, pero bueno, me voy a imaginar todo, como si no lo supiera jajaja y voy a coger una piedra... yo creo que la cogería pequeña, bonita y si la hubiera blanca así la eligiría, las demás no me gustan.
Un beso, y muy interesante, hoy dejo este blog dentro de mis diez favoritos.
Soñadora
Hiciste lo que te dictó tu corazón en aquel momento y no te importaron los comentarios de tus compañeros. Se ve que caminas por la vida con tus propias convicciones, no importándote las opiniones de los demás, si estás convencida de lo que haces.
Me agrada tu visita a mi casita.
Un abrazo.
Shanty
Haces muy bien, todo lo que nos perjudique, o que sea un peso innecesario, hay que tirarlo muy lejos, sacando las enseñanzas de cada acción.
Gracias, amiga, por tu amable visita.
Un abrazo.
María
Tienes razón, debería haber formulado la pregunta al principio del texto, así no hubieran estado influenciados por la explicación que ya había dado anteriormente.
Linda la piedra que elegiste, se ve que tu pena es chiquitita y que la sabes tratar muy bien para que no te haga daño.
Gracias, amiga, por dejar en el día de hoy este blog entre tus favoritos. No te olvides que con visitarme, y dejarme tus lindas palabras, es el mayor premio que puedo recibir.
Un abrazo.
Lidia
En la sencillez y humildad está la grandeza del alma.
Ojalá pudiésemos andar por el camino de la vida con ambas virtudes.
Un abrazo.
Si la piedra tiene que ir, en mi caso, en proporción con la rabia que tengo por lo injusto que es este mundo, tiraría la luna al rio. Saludos
Creo que lo primordial es quitarse ese peso de encima,las penas no se van así de fácil, pero el ejercicio de hacer de cuenta que las tiramos me parece un buen comienzo.
Yo recogería algunas pequeñas, soy muy vaga como para ponerme a levantar más peso.
Besos.
Isabel
Tírala muy lejos y vive con la tranquilidad de espíritu, pues con pesos tan grandes no podemos avanzar.
Un abrazo.
Venía a dejarte mis saludos, esperando volver a leer un nuevo post.
Un beso y feliz tarde.
María
Gracias por tu visita. Te deseo que lo pases muy bien durante el fin de semana.
Un abrazo.
Hombre Juan, una lleva lo suyo encima, y después de lo vivido, pues como que no me apetece cargar demasiado con algo grande, creo que ahora, de momento quiero caminar sin demasiado peso...necesito respirar durante una larga temporada...espero que el cielo me lo permita y yo pondré de mi parte...
Tu post da para mucho y lo sabes verda???
Perdona, salí sin despedirme y decirte que no quiero perderte de vista y te llevo a mis espacios para visitarte con más facilidad.
Un abrazo grande y mañana te sigo leyendo.
MJ
M. José
Es un agrado que hayas llegado a mi casa.
Respecto al peso, si vamos ligeritos, podemos avanzar con más facilidad y disfrutar más del Camino.
Yo te enlazaré para continuar en contacto.
Saludos.
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