Siempre se ha dicho que la felicidad depende de nosotros, pero nos disgustamos si alguien nos critica, nos perturba escuchar una mala noticia, o nos alteramos si algo no sale de acuerdo a nuestras previsiones.
¿Cómo vamos a vivir felices si estamos pendientes de los demás o de alguna incidencia exterior?
Muchas veces somos negativos en nuestras palabras: “Esto me va a salir mal”; o con nuestra profesión u oficio: “Cada vez hay más paro, por lo tanto, mi puesto de trabajo es posible que lo pierda”; o con las expectativas económicas del país: “Cada vez vemos cómo cierran más empresas”, o decimos: “Todos los meses aumenta el número de parados”.
Todo lo vemos negro, con unas perspectivas desoladoras.
Tanto pesimismo hace que atraigamos las cosas negativas, si nos vienen facturas para pagar, al estar quejándonos, atraeremos más facturas; si no localizamos aparcamiento, hacemos que no lo hallemos; si nos lamentamos de lo mal que estamos físicamente, con nuestra pesadumbre, cada vez nos encontraremos peor.
Sin embargo hay gente, que por poco que posean, siempre dan gracias por lo que tienen, por su salud, por su dinero y por sus relaciones interpersonales.
Estos se mentalizan que están bien económicamente, aunque tengan apenas para pagar sus cuentas, que tienen salud, aunque tengan dolores, que en el trabajo están contentos, a pesar de padecer dificultades allí.
Ellos se mentalizan que les llega la riqueza, tienen fe absoluta que así va a suceder. Lo creen sin ningún atisbo de duda, siempre con la misma idea, sin cambiar un ápice.
Sólo con la apreciación de que todo va bien, estamos atrayendo todo lo positivo a nuestras vidas, es la ley de atracción que hace que todas las fuerzas del universo se confabulen para traernos los beneficios que pedimos, o que tenemos en mente, y que poseemos una inmensa fe en conseguirlos.
Hace poco llegó a mis manos el libro El Secreto, de Rhodas Byrne, y me hizo comprender que muchas de las estrategias que he practicado estaban apoyadas por esa ley. Yo he conseguido culminar algunos proyectos, que me parecían imposibles, casi de forma milagrosa, utilizando sus teorías, aun sin haber leído ese libro.
Según la teoría de la autora de ese libro, no hay nada que no se pueda conseguir si nosotros utilizamos su enseñanza.
Después de leerlo he ido recomendándolo a todos los amigos y conocidos con los que me he ido encontrando. Me he llevado la sorpresa de que muchos de ellos ya lo conocían. También he visto cómo un desconocido lo leía en el tren o cómo un señor a quien visité en su oficina, lo tenía sobre su mesa de despacho.
Muchos de los genios y personas triunfadoras lo han tenido como método para conseguir el éxito o la felicidad como Platón, Shakespeare, Einstein, Lincoln y Beethoven.
Si a ellos les fue muy útil, pues emplearon las enseñanzas que se recogen en El Secreto, cómo no nos van a ser útil a nosotros.
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De ti depende que des a tu vida un giro positivo, de esperanza, de fe, de felicidad, de salud, de bienestar y de prosperidad. O te hundas en la desesperación, en el malestar continuo, en la queja sistemática y en infravalorarte hasta matar tu alma de pena.
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Foto Juan Antonio
Nubes sobre La Poza, Pucón.
Octubre 2009
sábado, 3 de octubre de 2009
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4 comentarios:
HAY QUE TENER VOLUNTAD jUAN, LO PRIMERO Y QUERER Y TODO ANDA MEJOR.
UN ABRAZO
Eres un hombre sabio dices grandes palabras.
Vivir es difícil,cada familia es un mundo,pero si hay amor y ganas de luchar nada esta perdido.
Encontraremos en nuestro camino trabas, trampas que nos pone la vida y depende de nosotros saltarlas o caer dentro.
Bonito titulo "Allanemos el camino de nuestra vida"
UN BESITO.
Mi querido amigo: Lo primero que he hecho es apuntarme el título del libro para pedirlo en la biblioteca.
¿Sabes? es difícil a veces estar positivo si ves sufrir a un hijo por algún motivo importante pero en esos casos pongo toda mi fé en Dios y la esperanza entra en mi corazón.
Leeré el libro. Gracias.
Un beso.
Siempre he pensado como tú: es la manera de pensar lo que atrae lo positivo o negativo. El Secreto me lo confirmó.
Un abrazo.
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