viernes, 8 de enero de 2010

Importancia de nuestra inteligencia emocional


Cualquiera puede ponerse furioso… eso es fácil. Pero estar furioso con la persona correcta, en la intensidad correcta, en el momento correcto, por el motivo correcto, y de la forma correcta… eso no es fácil.

Ética a Nicómaco – Aristóteles


Hay muchas personas que sufren de ira irrefrenable, de mal humor, de fobias, filias y paranoias que les llevan a sufrir con los comportamientos propios y con los de los demás. Las emociones negativas crónicas nos llevarán al caos y a la enfermedad.

Aquellos que no dominan sus impulsos, hacen que sus emociones sean descontroladas, permitiendo que un pensamiento forme un terrible tsunami que devastará a todo el que se ponga por delante, no importando parentesco, amistad, ni raciocinio para evaluar las consecuencias de sus palabras o actos.

Por el contrario, aquellos que poseen sentimientos altruistas hacen uso de la empatía para ponerse en el lugar de los demás. Tienen compasión, esto es, sienten el dolor de los otros y la necesidad de aliviar sus penas.

Los sentimientos no pueden subyugar a la racionalidad, pues nos llevan a la confrontación, a la pérdida de nuestros valores y de la estima y consideración de los demás.

Por lo tanto, debemos ejercitar con sabiduría nuestra inteligencia emocional, si no queremos perder los más preciado que es nuestra salud y el amor y la amistad de las personas de nuestro entorno.

8 comentarios:

María dijo...

Muy buenos consejos Juan, la verdad es que, a veces, es difícil dominar y controlar los impulsos emocionales, porque muchas veces el corazón tiene tanta fuerza que es incapaz de escuchar la razón.

Un beso.

Elsis dijo...

Mi querido amigo, eso es algo que vengo practicando desde hace mucho tiempo, y los resultados son maravillosos.

Estoy feliz de volver a verte, cuidate, te dejo un fuerte abrazo!

maracuyá dijo...

Es cierto, muy cierto Juan...dejarse llevar por impulsos, prejuicios y emociones negativas siempre es perjudicial para el otro y para nosotros. Cada persona, cada situación aún con la misma persona, es diferente, y como tal debemos afrontarla. Es un aprendizaje que exige esfuerzo y mucho análisis...pero vale la pena.

Un fuerte abrazo, amigo

Malena dijo...

Mi querido Juan: Es un escrito lleno de sensatez, válido para cualquier época. Lo difícil es saber refrenar los impulsos, saber contar hasta cien o doscientos cuando algo te trastorna y tienes ganas de explotar y a lo mejor con la persona que menos culpa tiene.
Efectivamente, debemos desarrollar nuestra inteligencia emocional.Creo que debería ser un ejercicio diario.

Me ha gustado leerte.

Mil besos y mil rosas.

mardelibertad dijo...

Grandes consejos, y buena reflexión,siempre se debe contar , mantener la calma y el sentido comun.
Fuerte abrazo

Hada Saltarina dijo...

Es cusrioso, precisamente en estos días leía la cita que mencionas de Aristóteles. Sí, dominar la inteligencia emocional es todo un arte que, debo de admitir, no domino a la perfección ni mucho menos, para mi desgracia y la de quienes me rodean: día a día tengo que aprender a ponerla en práctica Un fuerte abrazo

Malena dijo...

Juan Antonio, gracias por los preciosos versos que has dejado en el post de la guitarra.

Mil besos y mil rosas.

Soñadora dijo...

Juan, me atrevería a afirmar que para mí es el tipo de inteligencia más importante. Saber manejar nuestras reacciones, nuestras emociones, sentir empatía es fundamental.
Besitos,