lunes, 21 de febrero de 2011

Minirrelato: Llanto en la noche


María caminaba triste y cabizbaja por una calle desierta de su ciudad en un frío invierno cuando, sumida en la desesperación, se dejó caer a los pies de un vagabundo que intentaba dormir tapado con una manta rahída. Éste la ayudó a recostarse junto a él, le dio un trago de su vino para calentarse y la tapó con su cobertor. Ella tiritaba de frío y lloraba hasta que la venció el sueño. Durante toda la noche él la veló, mientras ella se quejaba lastimeramente. Por la mañana, cuando ella despertó, él le preguntó:
-¿Vienes a desayunar conmigo a Cáritas?
-No puedo, tengo que presidir la reunión de Directorio de mi empresa. Gracias por todo.


Foto tomada de la red.
Desconozco su autor.

8 comentarios:

Nacida en África dijo...

Mi querido Juan Antonio: ¿Quién era más rico de los dos? Esa pregunta tiene una clara respuesta.

Es un cuento que te hace reflexionar.Gracias.

Brisas y besos.

Malena

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Juan:

"El dinero no es la vida, aunque a veces lo parezca"

Es parte de una vieja canción que se refiere al tema.

Abrazos.

Naty dijo...

Hola Juan Antonio, que triste es eso, la empresa deberia dar para él y para el otro....que queda sino? la otra limosna? Un abrazo !

Oteaba Auer dijo...

Hola Juán Antonio, que interesante esta entrada en la que se mezcla la soledad de quien está en la cúspide, con la sociedad de consumo en la que parece primordial tener al ser...
Y ello me lleva a esa consabida y sabia frase: "no es más feliz quien más tiene, sino quien menos necesita"
Feliz semana
Un abrazo
Oteaba Auer

aldhanax dijo...

Me dejó desconcertada la naracción, muy intensa, una imagen tan real a nuestros días, a este mundo donde la miseria economica se cruza diariamente con la miseria humana y se rozan, pero nada cambia y todo sigue igual
Besos

SÓLO EL AMOR ES REAL dijo...

Si... y así es, pues la verdadera riqueza y la verdadera importancia anida sólo en el corazón...

Paz&Amor

Isaac

Patricia Lopez Lalli dijo...

Tu relato invita a pensar acerca de las cosas verdaderamente importantes de la vida.
Un abrazo, Juan =)

Soñadora dijo...

Ese tipo de pobreza es más triste aún.
Besitos,