jueves, 17 de julio de 2008

Ahora me acuerdo


Ahora que me encuentro sumamente feliz, que me siento amado profundamente, que mi salud es excelente, que disfruto de maravillosos paisajes: lindos y apacibles lagos, ríos que discurren entre exuberante vegetación, volcanes nevados con sus fumarolas volando hacia el cielo, gente amable por doquier que me saludan sonrientes, ahora que me encuentro tomando una exquisito vino procedente de viñedos próximos....

Ahora, en estos momentos inolvidables, entrañables, en el que parece que me encuentro en el cielo, me acuerdo de mucha gente.

Me acuerdo de los amigos que están en soledad, solo acompañados de su corazón triste y dolorido. A esos amigos les envío un fuerte abrazo de amor y de solidaridad.

Me acuerdo de mis amigos que se encuentran un poco acongojados, deprimidos. Aquellos que los problemas reales o imaginarios no les dejan vivir en paz. A esos amigos les envío todo mi cariño y unas palabras de fe y esperanza en un futuro mejor. Estoy seguro que llegará la luz y la alegría a su corazón. Que no desesperen, que llegará el momento en que a su corazón llegará una chispita de amor y de paz que les harán ver con los ojos del corazón. Y que no olviden que les amamos.

Me acuerdo de mis amigos que se encuentran enfermos o que cuidan a algún familiar con problemas de cualquier índole. Piensen que les tenemos en nuestras oraciones. Que les enviamos todas nuestras vibraciones positivas para que la situación revierta y mejoren. Que el tratamiento médico unido a la fuerza de la fe en la pronta recuperación harán que mejoren y recuperen la sonrisa.

Me acuerdo de todos mis amigos. De aquellos que trabajan cada día, con esfuerzo, con alegría o con penas en el corazón. De aquellos a los que el paro ha hecho mella en su alma rica y amorosa. Aquellos a los que desengaños amorosos les han dañado su espíritu. A los que los asuntos económicos no les ha ido tan bien como quisieran.

Me acuerdo de todos mis amigos. De aquellos a quien todo les va bien y de aquellos que algo les corroe su mente y su conciencia.

También me acuerdo de aquellos conocidos o no, a quienes les aflige los mismos problemas, los mismos desafectos. Problemas de marginación y pobreza. Problemas de hambre de cultura, de educación, de pan y de todo lo que necesitarían.

Me acuerdo de todos hoy que tengo lo que un hombre puede desear: una inmensa felicidad.

Les envío un fuerte abrazo y todo mi cariño.

No hay comentarios: