domingo, 17 de octubre de 2010

El Bosque Chileno y Pablo Neruda


El poeta Pablo Neruda es uno de los más grandes escritores, reconocido mundialmente  por su trayectoria literaria, política y social. Gabriel García Márquez lo califica como "el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma".

Profesaba un gran amor a su país y de niño aprendió a amar la Naturaleza en sus viajes en tren hacia Boroa, en La Araucanía, donde un exuberante y espectacular bosque le extasiaba a su paso y quedó prendido en su alma para siempre. Él amó a los inmortales árboles enhiestos hasta besar el cielo, se embelesaba con los caídos después de una larga vida,  y que permanecían silenciosos, anclados en el pasado, siendo mudos testigos de la historia. Amaba los pájaros y demás especies que le acompañaban con su canto, en sus paseos por el bosque, a los helechos que jugueteaban acariciándole el pelo y mojando su cara con millares de gotas, que como lágrimas le salpicaban y le resfrescaban.

Neruda cantó al bosque chileno en el poema que sigue, en su obra Confieso que he vivido. 

Bajo los volcanes, junto a los ventisqueros,
entre los grandes lagos, el fragante, el silencioso,
el enmarañado bosque chileno... Se hunden los pies
en el follaje muerto, crepitó una rama quebradiza,
los gigantescos raulíes levantan su encrespada estatura,
un pájaro de la selva fría cruza, aletea, se detiene entre
los sombríos ramajes. Y luego desde su escondite suena
como un oboe... Me entra por las narices hasta el alma el
aroma salvaje del laurel, el aroma oscuro del boldo... El ciprés
de las Guaitecas intercepta mi paso... Es un mundo vertical:
una nación de pájaros, una muchedumbre de hojas... Tropiezo
en una piedra, escarbo la cavidad descubierta, una inmensa
araña de cabellera roja me mira con ojos fijos, inmóvil, grande
como un cangrejo... Un cárabo dorado me lanza sus emanaciones
metálicas, mientras desaparece como un relámpago su radiante
arco iris... Al pasar cruzo un bosque de helechos mucho
más alto que mi persona: se me dejan caer en la cara
sesenta lágrimas desde sus verdes ojos fríos, y detrás de mí
quedan por mucho tiempo temblando sus abanicos...
un tronco podrido: ¡qué tesoro!... Hongos negros y azules
le han dado orejas, rojas plantas parásitas lo han colmado
de rubíes, otras plantas perezosas le han prestado
sus barbas y brota, veloz, una culebra desde sus entrañas podridas,
como una emanación, como que al tronco muerto
se le escapara el alma... El universo vegetal susurra apenas
hasta que una tempestad ponga en acción toda la música terrestre”.
“Quien no conoce el bosque chileno,
no conoce este planeta”.

Pablo Neruda

2 comentarios:

Unknown dijo...

Querido Juan:

Vengo a darte las gracias por hacerme el honor de haber decidido convertirte en uno de mis compañer@s de blog (odio la palabra "seguidores" porque creo que todos somos iguales, salvo en la posibilidad de escribir... Pero tenéis la oportunidad de participar comentando, opinando, criticando y haciendo propuestas... Así que de seguir, ¡nada! Y de compañer@s ¡todo)... Y de entre todo los blog que tienes, muy hermosos y productivos, me presento y te doy la bienvenida en este, por el título (DESDE MI ÓPTICA, que me hace pensar que respetas la de los demás) y por la presencia de mi querido Pablo Neruda, poeta de antología donde los haya, trate el tema que trate...

Y aprovecho la ocasión para invitarte a que entres en mi nuevo blog "MI MÁGICO BAÚL DE PREMIOS Y REGALOS" (http://almacorazonyplumapremiosyregalos.blogspot.com/) y, si lo deseas, rebusques entre sus páginas y recojas aquellos premios/regalos que más te gusten, te atraigan o más rico mensaje encuentres en ellos... Para mí sería una verdadera alegría...

Por ahora, lo que sí te regalo es un beso y una flor

Dejame que te cuente dijo...

que maravilla.....¡¡¡
yo no tendre la suerte de conocer el bosque chileno..
me tengo que conformar con verlo a traves de las palabras de otros...

un abrazo....
hermoso post